lunes, 5 de septiembre de 2016

Y ahí sigues.


Y nada te hace moverte.
Mi corazón no tiene sitio ni para latir,
me robas el aire que respiro
y mis pulmones se quedan sin aire, empobrecidos.

Eres ola fuerte,
eres ráfaga intensa.
Eres duro aluminio,
blando sueño.

Eres mi perdición,
que te sueño y no quiero,
que me muero y no te veo.
No te llevo.

Llevo toda una vida buscando esto, y ahora que lo tengo lo pierdo, porque tengo miedo.

Que se yo, te he querido tanto que joder, me quema.
Me quema el cuerpo entero cuando me siento junto a ti, 
Te miro desde tus pies comprobando que todos sigue igual,
que podemos correr(nos),
que tus piernas estas cargadas de los tatuajes mas bonitos del mundo,
que tu entrepierna sigue echa un roble cuando siente el tacto de mi piel en cualquiera de los centímetros cúbicos de tu cuello,
que tu pecho sigue siendo robusto y que mantiene la forma de mi oreja,
tus brazos siguen abiertos llamando a los abrazos 
y que tu cabeza solo piensa en que pasara después.

Después de las fotos que nos hagamos,
de los viajes a donde nunca sabremos porque, vamos.
A que me huele la cama a ti y no es fácil de explicarle a mi rollo de una noche porque lo llamo como te llamaba a ti.
Que ya está bien el reírte de mi, perseguirme y joderme.
Tuviste tu oportunidad, déjame seguir adelante.

Estoy harto de llorar a deshoras, y reírme cuando nunca, nunca antes lo habia hecho,
nunca.

Ya está bien de fingir estar bien,
pues me pudro por dentro y no quiero ser yo el que tenga que estar en la mierda,
creo que a veces me merezco ser feliz.

Esta vez luchar se me hará fácil y olvidar será la excusa mas mala a la que pueda mostrarme en un momento de extrema debilidad, porque contigo lo quiero todo, 
menos olvidar.








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