Y me matas.
No sabes cuanto.
Quiero romper.
A llorar, a reir, a pedazos.
Siempre intentándolo,
siempre a tu lado,
en tu cama.
Que tu cielo es estrella y mi miedo tempestad.
Que el fuego enfrié y el aire queme, corte, rompa.
Envidiamé, envidia mi amarga soledad,
finalmente aprendo a convivir con animales de compañía, pasajeros con poco equipaje.
Trenes que esperan, y esperan, y esperan...
pero que nunca llega a un destino fijo.
Pañuelo movido por el viento y versos descritos por el sexo.
Encuentros con desenfreno y besos con deseo.
Que eres flor de loto,
o gladiolo muerto en el verso.
Que te follen y que me desees la muerte,
Que así se que da gusto joder,
y más si es en tu cama.
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