domingo, 10 de abril de 2016

Sassy boy



Y si.
Escríbeme en la espalda.
Escríbeme en griego,
en latín,
escríbeme con la lengua.

Tengo en tus sueños la humedad que el cuarto no pudo retener escondiendo entre gotas de sudor sexo sin control. Sexo que no fue pasional si no emocional, si no sentimental, o mental. Y sin verme ni avisarme corriste dentro de un espacio corto al que llamaste memoria, huyendo de cada instante de desnudez e insensibilidad que tuve en la cama de kilómetro y medio.

Que tiempo pasó sin darme cuenta de que ya no estabas ni si quiera ausente, que no estabas y punto. 
Que pasó cuando realmente me dí cuenta de que si no fuese por que no te quise en su momento no me quisiste en el tuyo, y que el daño no es colateral, que si no sientes no duele, que si no sientes no es placentero. 
Que sexy me siento cuando no te tengo.
Que sexy me veo pero cuando contigo no es.
Que gusto da correr por correr y no para huir.
Que valiente me siento.
Que torpe soy.
Que estúpido te ves.
Que horror que seas una piedra inmoble y que no pueda recorrerte de lado a lado, solo saltarte y no acabarte nunca.
Y que te acabes tu solo.
Que yo acabé hace tiempo.
Pero de quererte valiente cabrón.

Ahora ven una vez más y termínate esta, juro que sera la ultima vez que me veas en tu puta vida.







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